Dicen que donde hubo fuego, siempre quedan cenizas. Un refrán que, más allá de revivir tu relación anterior, bien puede aplicar a otro tipo de sucesos menos afortunados.

 

Es el caso del herpes labial. Esta infección viral, causada por el virus herpes simple tipo 1 (VHS-1), no perdona. Una vez la contraes, queda en tu organismo toda la vida.

 

¿Cómo sé que tengo una infección de herpes labial? La reconocerás por la presencia de las típicas úlceras, llamadas comúnmente fuegos.

 

Aunque lo más común es que se contagie de una persona a otra por contacto boca a boca, con mayor riesgo cuando las úlceras están activas, también se puede contagiar desde zonas de la piel o de la boca en apariencia normales o sin síntomas. ¡Y ojo! También se puede transmitir a los genitales por contacto bucogenital.

 

 

Un virus con una alta incidencia

Según la OMS, en el año 2012 existían 3,700 millones de personas menores de 50 años (el 67% de la población mundial) infectadas por este virus, con una prevalencia en América entre el 40-50%.

 

El VHS-1 forma parte de la familia del virus del herpes, junto con sus primos hermanos: el herpes simple, la varicela zóster, citomegalovirus (un virus también muy extendido pero que afecta sobre todo a pacientes inmunodeprimidos), Epstein Barr (la famosa enfermedad del beso), y virus herpes humano 6, 7 y 8. Todos ellos se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza y en la mayoría de especies animales. Los seres humanos son huéspedes naturales de más de uno.

 

Un virus de por vida

Una vez contraído lo vas a tener siempre, aunque no esté activo. Sin embargo con Cicloferon^® puedes controlar el fuego e incluso evitar su aparición si se comienza el tratamiento desde los primeros síntomas.

 

A pesar de presentar diferencias con los otros miembros de la familia herpes virus, el VHS-1 comparte algunas propiedades biológicas con sus primos hermanos:

 

• Es incurable. Una vez que se presenta la infección, perdurará en el organismo toda la vida.

 

• Permanece constantemente en el organismo en estado latente, en los ganglios nerviosos.

 

• Puede ser reactivado, ya que la respuesta inmune del organismo es permanente pero no protectora, y la frecuencia con que vuelve a aparecer varía de una persona a otra.

 

• El tratamiento es solo sintomático. No existe una cura para el VHS-1 ya que ningún medicamento elimina las partículas del virus, pero tranquilo, Clicloferon^® evita la propagación y limita las manifestaciones clínicas.

 

No puedes esconder el fuego, pero sí controlarlo con Cicloferon^®.